TRAS LAS HUELLAS DEL CHE

Prologo                    

Treinta de noviembre, las 8 de la noche…… la hora de los informativos en la tele…….. después de la letanía de todas las malas noticias que serán desarrolladas, el presentador  abre  su espacio con un noticia policial, siniestra como siempre, para atrapar  al telespectador : una anciana de sesenta y nueve años quedó encerrada veinte días en su cuarto de baño antes que los vecinos dieran cuenta de su ausencia!  Como a todo el mundo obviamente la noticia me conmovió, pero lo que más  me molestó fue que tildó de anciana  a una persona de sesenta y nueve años!

-   Carajo! Tengo sesenta y uno…. y no me siento un anciano!

Apago esa tele deprimente, y voy a prender mi  computadora para tratar de tener noticias de mis amigos (y amigas)  latinos   del otro lado del mundo.

Hacen ya  8 meses que estoy de vuelta de mi periplo por América Latina  y no pasa un solo día sin que la nostalgia de ese viaje me invada. Estoy pensando en volver, en cuanto pueda, nada concreto por ahora…

Me gustaría volver, quizás solo nuevamente, hacer otro camino, quizás Uruguay y Paraguay que no conozco, sentir de nuevo esa secreción de adrenalina cuando se arriba a una tierra  desconocida, en  ciudades a veces hostiles, con gente diferente, de otro nivel social o cultural; ¿lograré  ser aceptado, crear buena onda, comunicarme, compartir algunas cosas con ellos?

Siempre esa angustia…

Angustia porque el viaje fue preparado gracias a esos “maravillosos” guías que le dan muchos consejos al viajero : cuidado con los mosquitos que transmiten el dengue, cuidado con los ladrones que le roban su equipaje en las terminales de buses del tamaño de aeropuertos , cuidado con la gente que los intercepta en la calle y les tira escopolamina en la cara para dejarlo medio atontados  y así  obtener el código de su tarjeta de banco, cuidado con la policía corrupta que puede atraerlos hacia una trampa y desplumarlos ellos también, cuidado con los alimentos que no conocen normas de higiene ni cadena de frío, cuidado con los buses vetustos y sin seguro conducidos por choferes alcoholizados a quienes solamente masticar coca los mantiene despiertos ……… páginas y páginas de angustia !

Y como si esto no alcanzara, buscamos en internet para comprobar si todos esas historias  pasaron realmente, tal como cuando estamos enfermos y queremos averiguar cuál es la enfermedad que nos afecta, y la cantidad astronómica de informaciones leídas, exactas o exageradas, hacen que al final estemos más enfermos!

Pero, milagro de América Latina, esa angustia que precede cada vez la llegada a una nueva ciudad desaparece ni bien llegado. Salvo el realizar el  cabotaje de poblado en poblado, las compañías de buses no tienen nada que envidiarle a los servicios prestados por ciertas compañías aéreas europeas, con el agregado del ambiente latino, dormimos, comemos, hablamos con los vecinos, son ellos quienes  nos dan los buenos consejos, las direcciones convenientes,  donde parar, donde dormir…

En tres meses de vagabundeo en buses por el continente sud americano, no encontré jamás esos ladrones  que aprovechan su sueño para abrir su mochila con una navaja y robar lo que contiene de valor, tampoco me encontré con esos falsos policías que lo apartan bajo pretexto de un control de identidad y que lo desvalijan, no mas que esos aduaneros corruptos que al momento de la revisación se quedan con vuestro equipaje.

Sin duda la suerte estaba de mi lado. Pero cuando se repite día a día durante tres meses, podemos pensar en otra cosa.

Si somos creyentes, vamos a pensar en esos “ espíritus “ que velan por nosotros y que nos protegen a lo largo del camino ; si no sabemos mucho en que creer, vemos “signos” que no siempre pueden ser fruto de la casualidad, como la primera persona que me alojó en Chile, María Angélica , que nació un 5 de diciembre como yo ; o como esa muchacha de Cali que conocí  en un bus hacia Salta, en el norte Argentino y con quien me volví a encontrar en otro bus entre Ecuador y Colombia ; o también ese sueño sobre un terremoto que tuve  mientras dormía en un bus nocturno y enterarme a la mañana siguiente que efectivamente la tierra había temblado en Mendoza , ciudad que había dejado la víspera.

La probabilidades de que todo eso ocurra son  casi nulas y se le atribuyen siempre a este tipo de fenómenos explicaciones más o menos místicas!

A un viaje como ese como este podemos partir… ateo, volvernos…agnóstico en el camino, y un poco… iluminado  al regreso!

Continuara...?  si : compra el libro  y si este libro le gustó, hágaselo conocer a otras personas…Será mi mayor recompensa, y una contribución extra para Fundancer de Bogotá,  una fundación de ayuda a los niños enfermos de cáncer, ya que 3 euros por cada libro vendido le serán destinados.

PERO...UN POCO PACIENCA....POR EL MOMENTO ....LA EDICION FRANCESA ESTA TRADUCIENDO....PUBLICACION EN NOVIEMBRE